Algo muy dentro de mí se rompió desde que partiste. No concibo que ya no estés entre nosotros, no dejo de pensarte. Te fuiste a dormi...
Algo muy dentro de mí se rompió desde que partiste. No concibo que ya no estés entre nosotros, no dejo de pensarte.
Te fuiste a dormir eternamente, mientras pensábamos muy en el fondo, con mucha esperanza, que lograrías vencer esa enfermedad. Pensé que estaríamos riéndonos por mucho tiempo por haberla vencido.
En el interior de toda nuestra familia ha costado mucho tiempo lograr entender que Dios necesitaba de tu presencia, necesitaba otro ángel y es por eso que te ha llamado para estar a su lado.
Te has adelantado, para esperarnos allí, en ese lugar donde todos seremos llamados alguna vez. No juzgo a quien te ha llamado, ya que tarde o temprano, hará lo mismo con todos los demás. Pero, ¡cómo duele el que ya no estés aquí!, duele está herida dejada por tu ausencia.
Hasta pronto querida hermana Obdulia de la Paz...........