NUTELLA - CREMA DE CACAO Y AVELLANAS SEGUNDA GUERRA MUNDIAL La escasez de materias primas durante la Segunda Guerra Mundial dio ...
NUTELLA - CREMA DE CACAO Y AVELLANAS SEGUNDA GUERRA MUNDIAL |
La escasez de materias primas durante la Segunda Guerra Mundial dio lugar, a aviones hechos completamente de madera, a que en el Pentágono de Estados Unidos no haya mármol, a que el suelo del mítico Boston Garden fuera de un modo determinado o a desmontar parques en Londres. Pero no todo iba a ser malo, sino que cuando uno ha de seguir tirando del carro con menos, a veces pone su cabeza e ingenio a funcionar con un punto más de ganas.
En 1946, unos meses después de finalizado el conflicto, un chef de pastelería italiano llamado Pietro Ferrero, sufría la falta de cacao en su negocio. Era este un ingrediente básico, pero las estrecheces del momento le impedían poder disponer del mismo y así tuvo la idea de crear una nueva pasta de cacao que con menos cacao le permitiera hacer un mayor volumen de producto. Decidió mezclar avellanas junto con la pasta para hacer una barra de chocolate y así reducir la cantidad de cacao y azúcar que empleaba en la misma. Llamó a esa nueva receta Giandujot y fue todo un éxito. Aquel producto, sólido y en forma de barra, se podía cortar y poner encima de rebanadas de pan. Pan con chocolate, merienda de niños y manjar de dioses.
En 1946, unos meses después de finalizado el conflicto, un chef de pastelería italiano llamado Pietro Ferrero, sufría la falta de cacao en su negocio. Era este un ingrediente básico, pero las estrecheces del momento le impedían poder disponer del mismo y así tuvo la idea de crear una nueva pasta de cacao que con menos cacao le permitiera hacer un mayor volumen de producto. Decidió mezclar avellanas junto con la pasta para hacer una barra de chocolate y así reducir la cantidad de cacao y azúcar que empleaba en la misma. Llamó a esa nueva receta Giandujot y fue todo un éxito. Aquel producto, sólido y en forma de barra, se podía cortar y poner encima de rebanadas de pan. Pan con chocolate, merienda de niños y manjar de dioses.
Poco después, en 1951, Ferrero modificó ligeramente el producto para hacer más cremoso y más fácil de untar en el pan, dando lugar a la precursora de la Nutella. El nombre final lo creó la segunda generación de pasteleros, concretamente Michelle Ferrero, cuando en 1964 modificó la receta y creó la marca, uniendo nut, es decir, avellana en inglés, con el sufijo ella.
No todo iba a ser malo en época de escasez. De aquel momento de penurias en Italia nació un producto que sesenta años después disfrutamos en cantidades industriales.